Quiero agradecerles por la disposición y paciencia que me brindaron con todo corazón durante mi tiempo en el colegio. Aun en los momentos más difíciles, escucharon mis problemas y preocupaciones, trataron de motivarme y apoyarme verdaderamente, ya sea en lo académico o en otras áreas.
Durante este tiempo fue como haber sido una pequeña esponja sumergida en un gigante océano de conocimiento y crecimiento. No sólo me refiero a la información absorbida de los libros, sino también los valores esenciales que me enseñaron a lo largo del camino del estudio, como el compromiso y el espíritu grupal. Son estos valores los que me ayudan a convivir con otros en la sociedad y, aun más importante, ser una mejor persona.
Es inevitable también mencionar la enorme ayuda que me dieron los profesores y directivos al escribir la carta de recomendación que me permitió ingresar a la universidad. El tiempo y la dedicación que invirtieron es sin dudas invaluable.
Por último, a todos los docentes, directivos y personal del colegio: ¡infinitas gracias por todo!
Qué bueno fue haber sido alumna del St. Paul’s.
23
September